lunes, 2 de julio de 2012

Envíanos tu historia o foto

Nuestro objetivo es ser más conocidos socialmente,así que subiremos tu historia o foto arribista


arribismo@gmail.com 

Ser arribista es bueno para la salud


Las personas que progresan en la vida escalando a un mejor nivel socioeconómico tienen menos incidencia de hipertensión y sus problemas asociados
 Al menos ésa es la conclusión de investigadores en Suecia quienes analizaron los registros de salud de 12.000 gemelos del mismo sexo, su estatus social y el de sus padres.
Descubrieron que aquéllos que nacieron en un nivel socioeconómico bajo y que posteriormente ascendieron a un mejor estatus mostraron una menor incidencia de sufrir alta presión arterial que aquéllos que permanecieron en su clase más baja.
Tal como expresan los investigadores en Journal of Epidemiology and Community Health (Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria), estudios en el pasado han mostrado que quienes nacen en los niveles más pobres o desventajados tienen un mayor riesgo de desarrollar niveles más altos de presión arterial, que es un conocido factor de riesgo de enfermedades del corazón y derrame cerebral.
Pero hasta ahora se desconocía si este riesgo cambia si un individuo logra ascender a un nivel socioeconómico más alto.
Una teoría que se maneja es que ascender a un escalón social distinto del de nuestra familia o de la gente con la cual crecemos causa un estrés adicional.
Pero otros científicos argumentan que el “arribismo” social sí puede mejorar la salud.

Escalera social

Para investigarlo, los científicos del Departamento de Epidemiología y Bioestadística Médica del Instituto Karolinska, en Estocolmo, analizaron los datos del Registro de Gemelos Suecos que ha estado siguiendo a 12.000 gemelos nacidos entre 1926 y 1958 en ese país.
El registro incluía un sondeo postal llevado a cabo en 1973 y una entrevista telefónica conducida entre 1998 y 2002 sobre la salud y estilo de vida de los participantes.
Las preguntas incluían información sobre tratamientos para hipertensión. Y los datos sobre la ocupación de los padres se obtuvieron en los registros de nacimientos que de forma rutinaria contienen este tipo de información.
Los investigadores compararon los registros de salud de los participantes que siguieron viviendo en su mismo nivel socioeconómico con los de los que ascendieron a escalones más altos.
Se encontró que las tasas de hipertensión eran más altas tanto en los adultos de grupos socioeconómicos bajos como en aquéllos cuyos padres pertenecían a esos grupos socioeconómicos.
También se vio una tasa más alta de presión arterial entre quienes habían nacido tanto con peso menor del normal como mayores, los de estaturas más bajas y los que bebían más alcohol.
En total, la gente de estatus socioeconómicos bajos mostró 42% más riesgo de desarrollar hipertensión que los de niveles más altos.

Riesgos del ambiente

Cuando se comparó la incidencia de quienes permanecieron en las clases más bajas durante dos generaciones, aquéllos que lograron escalar a niveles sociales más altos gozaron una reducción de casi 20% en el riesgo de sufrir hipertensión.
Y entre más bajo el escalón social mayor el riesgo de hipertensión.
Tal como explica la doctora Lovisa Hogberg, quien dirigió el estudio, “estos resultados sugieren que el riesgo de hipertensión asociado con un estatus familiar bajo podría ser modificado si se cambia el estatus en etapas posteriores de la vida”.
“Esto posiblemente podría ser un objetivo de las intervenciones de salud pública” agrega.
Por su parte Cathy Ross, de la Fundación Británica del Corazón, afirma que “este estudio ofrece nueva evidencia de que las diferencias socioeconómicas tienen una influencia en nuestra salud”.
“El estatus socioeconómico bajo puede incrementar el riesgo de una mala salud y en particular los factores de riesgo asociados con enfermedades del corazón, como la hipertensión”.
“Además, cada vez hay más pruebas de que si se mejora el estatus socioeconómico de la gente se pueden mejorar su concientización de la salud y reducir los riesgos asociados con el ambiente”.
La experta agrega que “es necesario tomar medidas a nivel nacional y local para cerrar la brecha de salud entre los grupos acomodados y los desventajados y asegurarse de que nadie quede rezagado”.

Nuestra heroína


domingo, 17 de junio de 2012

Lais Sector Sur

Las lais del sector sur son niñas de clase media-media baja con sueños rubios






Espero que algún día logren pololear con un zorrón

jueves, 14 de junio de 2012

Perros, símbolos de estatus

Que las personas uses a sus perros como símbolos de estatus no es nada nuevo y tampoco se trata de algo exclusivo de Chile, al contrario, ya en las cortes reales todos deseaban tener la misma raza de perro que el rey o la reina.

En nuestro país los perros de raza eran muy exclusivos hasta la primera mitad del siglo XX, sólo eran adquiridos por criadores y la clase alta. Fue a partir de los 70' y 80' que comenzó la masificación del perro como cosa y fue el poodle el perro símbolo del proceso. 

La llegada de dictadura no sólo nos entrego nuevos bienes de consumo sino que introdujo a los perros a un mercado masivo. Lo más probable es que la esposa de un general del ejercito o de carabineros viera en la casa de una cuica, que la invito por compromiso, a su poodle pequeño y blanco, como no quería ser menos que la tradicional clase alta chilena exigió a su marido tener el mismo perro. Pero al igual que la gente cuica los perros cuicos practican la endogamia y a diferencia de sus iguales de clase alta que se apareaban con el perro de raza e impecable pedigrí de la prima o la amiga de su dueño, al pobre poodle de la arribista no le quedo otra que meterse con el quiltro de la esquina. Las crías obviamente fueron regaladas a otras familias de pacos y milicos para comenzar el poblamiento de los poodles de medio pelo.

Cuando los cuicos descubrieron que hasta su nana tenia un poodle como el de ellos abandonaron su gusto por esta raza y renegaron de ella, hoy en día buscan razas exóticas y los más hipster reivindican al quiltro.

¿Donde podemos encontrar a los poodles ahora? En las comunas más populares de Chile, en Santiago en Maipú, La Cisterna, Peñalolén, San Miguel, en regiones se concentran en la región de Coquimbo y la región del Maule. Y por supuesto, sigue siendo la raza favorita de militares y carabineros

¿Que nombres llevan? De preferencia uno en ingles y terminado en Y, como Jimy, Boby, Tomy, Lily o Tamy, últimamente se ha puesto de moda llamar a las hembras con  nombres de mujer usados por la clase alta, como Dominga, Colomba o Agustina.

Poodle patriota

Los cortes de pelo muy fifi ya no se lleva, ahora se usan 
los pinches y el polar


comen poco, son baratos y chillan

sábado, 2 de junio de 2012

Por fin tengo mi Iphone



Nota de The Clinic, por Lorena Penjean y Tania Tamayo


EN LA GRAN AVENIDA, ESTAMOS A UN PASO DE LA KENNEDY

Paulina Santis tiene veintiocho años, es madre de José Pablo y sufre por vivir en la Gran Avenida. No le gusta su comuna, la encuentra rasca, por eso pasa la mitad de su vida en Las Condes: la ropa la compra en el Parque Arauco y la mercadería para el mes en el Jumbo. En esos lugares se siente mejor, aunque recalca que su casa en Gran Avenida es “preciosa”. “Yo voy p’ arriba porque en mi barrio los centros comerciales son una lata. Hay un caracol donde venden ropa barata, pero te juro que me da alergia cuando entro ahí. No es de arribista, pero no falta el lanza que te roba la cartera o el roto que te grita m´ijita rica. En mi sector todos compramos en el Parque Arauco”. Paulina prefiere gastar bencina antes que “mirar picantes”. “Si uno va en auto puede tomar la carretera y de ahí a la avenida Kennedy estamos a un paso. Figúrate que voy prácticamente todos los días para allá y lo tendré que seguir haciendo hasta que me cambie de casa. Ahora ando viendo en qué colegio matriculo a José Pablo. Parece que me voy a quedar con el Saint George, aunque tenga que gastar todos mis ahorros. La educación es lo más importante que le puedo dejar a mi niño”.
Si bien sueña con vivir en el barrio alto, por lo pronto se consuela con su enorme casa y con ocupar los muebles “nuevos” que tiene, además del aire acondicionado en verano y la losa radiante en invierno. Ella no quiere que olvidemos escribir que su casa tiene alarma y un par de Rotweiler, porque “vivir acá es como un oasis: un poco más allá está La Victoria y para el otro lado, más para La Cisterna, está El Bosque. Hay que cuidarse de los ladrones que vienen de esos sectores. La seguridad es muy importante”. “Mira, igual hay buenos lugares acá, mi mamá se va a divertir al Club San Miguel y yo antes iba al Bowling del paradero 7, aunque ahora no hay muchos lugares donde vaya gente de bien”.

*Publicado por The Clinic el 23 de Octubre de 2011, escrito por Lorena Penjean y Tania Tamayo