En Chile lo
primero que te preguntan es “¿En que colegio estudiaste?”, por lo mismo, el
arribista chileno sabe que su hijo debe ir al colegio adecuado. Los arribistas
más exitosos son capaces de vender a su mamá con tal de que sus retoños gocen
de la vida social que les puede entregar un colegio como el Grange, el VMA, el
Saint George, etc.
Los
arribistas con menos roce social o menos plata se conforman con colegios
creados especialmente para los de su especie, donde recrean la vida social del
cuico a mayor escala y con menos plata en sus comunas.
Requisitos
de un buen colegio arribista:
- El nombre: De preferencia religioso o ingles, si es religioso e ingles
mejor, así surgen nombres como Saint
Dominic, Saint Rose, Saint Mary Katherine.
Los más clásicos y antiguos tratan de emular a los colegios de curas y
de monjas del barrio alto, son estrictos, muy católicos y particulares
subvencionados. Estos son los menos arribistas del montón.
Los católicos con nombre ingles donde no enseñan ingles son más nuevos,
les gusta hablar de la rigurosidad inglesa, de exigencia académica y a los
apoderados les encanta decir que sus hijos estudian en un “colegio ingles”. Podemos
destacar en este grupo al American-British school en La Florida, famoso por albergar
a los hijos de la geisha y que no se podía conformar con un solo tipo de
ingles.
Últimamente surgen opciones laicas, colegios como Pumahue en Peñalolén o
el colegio Internacional El Alba en Maipú (que se jacta de tener excelentes
resultados en la PSU echando al 90% de sus alumnos) que son una alternativa para la nueva clase
media que busca entre sus pares reafirmar su recién adquirida posición social.
- El uniforme: Para los hombres es más básico,
pero debe incluir la mayor cantidad de accesorios y siempre con la insignia del
colegio. Para las mujeres la cosa es mucho más complicada, las pobre son
disfrazadas con ridículas faldas plisadas, corbatines, boinas y en los casos
más extremos hasta guantes, mientras más incomodo y feo mejor.
- Los apoderados: En todo colegio arribista que se
precie de tal los apoderados cumplen un rol fundamental dentro de las
relaciones sociales. Los más comprometidos con el ascenso social saben
perfectamente quien es quien, donde van de vacaciones, hasta que marcas compran
en las casas, así evitan que sus hijos se junten con el becado e incentivan a
que sean amigos del que tiene un tío empresario que vive en Las Condes.
- Las actividades extra programáticas: El clásico colegio arribista tiene que tener
cheerleader, a los apoderados les encanta pagar por ver a sus niños saltando al
son de canciones que no entienden. El patinaje es uno de los favoritos, las
mallas con lentejuelas gustan al siútico. Últimamente los más avanzados han
hecho lo posible por incorporar el rugby entre sus opciones.
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